martes, 29 de marzo de 2011

Las batallas de la cancha se viven en las gradas


Bueno esto muy seguramente afecte susceptibilidades a quienes viven enamorados de este deporte, pero hago esta nota desde la observación de masas en cuanto al comportamiento que tiene nuestra sociedad, sobre todo la capitalina en lo que tiene que ver con la afición o la hinchada.

Mi primer contacto con el fútbol cuando era muy niño, era de asistir directamente a partidos, obvio como observador y allí detalle la gran acogida que tiene ese deporte.

Personas que asisten a estadios pequeños o grandes, para ver como un mínimo de 22 jugadores sacan sus mejores dotes de dominio de la "esférica", de estrategia, de aguante, de patada, codazo y obvio no falta el teatro, por que que berracos para hacer mañana sin que les hagan falta.

Y en cada jugada, en cada aproximación al arco, se vive la pasión en las gradas, donde madres, padres hijos, primos, desconocidos de nombre pero hermanos de camiseta gritan, cantan, chiflan, madrean a quienes tratan de hacer su mejor esfuerzo para meter un gol.

Pero al pasar los años observe como las barras han cambiado, sea por influencia de las originales barras bravas de europa y los cantos argentinos lo cual nos deja que básicamente... nos hemos copiado, queremos seguir siendo iguales a otros; antes las barras componían rimas que cuadraban un bom-bom-bum con el nombre del jugador; ahora las barras se copiaron de la ira europea de los hooligans y de los cantos y movimientos gauchos, y no falta el que cuando corea le mete un acento argentino para que le suene igualitico, al mismo tiempo que levantan y sacuden un brazo... si un brazo, claro! por que así es que hacen las barras duras.

Antes ir al estadio el campin de Bogotá ciudad donde resido, era hasta plan familiar, incluido la comida de mazorca en el palacio del colesterol, pero ahora quien va al estadio tiene mucho coraje o valor, ya que lastimosamente el furor de apoyo a los equipos se volcó sobre la agresión a los hinchas de la camiseta del contrincante.

Pero de donde viene este comportamiento tan bárbaro?

Hay que analizar de donde provienen la mayoría de hinchas, que llamare:"furiosos"; pues estos provienen de los estratos mas bajos, pero aclaro no son todos furiosos solo el 87%. Pero por que existe tanto hincha de estos estratos?. Pues veamos la situación del país:

Estas familias de estratos 0 y 1 tienen mas de tres hijos, los padres "sobreviven" con 2 salarios mínimos y eso si los dos trabajan por que casualmente donde hay mucho chino la mamá tiene que quedarse en casa a criar. Como pueden consiguen un rancho o un apartamento en una casa o inquilinato y les pagan a su hijos la educación escolar en escuela pública obvio, que jardín "payasitos" o "angelitos" o sala cuna ni que nada, si acaso algunos pasan por jardines de bienestar. Después los padres siguen haciendo maromas para que los hijos vayan a la secundaria y algunos lastimosamente no pueden darles a todos.

Es así que casi desde la primaria y fijo en la secundaria, los chinos ya escogen su equipo, ya sea por influencias familiares, de los amigos o por solo ser aceptado por uno de los tantos grupos que se forman en la sociedad del colegio. La costumbre de ir a los estadios con los amigos y portar una camiseta se vuelve costumbre ya que no hay nada mas que hacer, como también el comportamiento de "mosquetero" si le dan a uno.."respondemos todos!!".

Al salir de bachillerato y algunos del servicio militar, se sale a un país en el que seamos realistas ni teniendo cartón profesional ni especializaciones es fácil conseguir empleo, pues la mayoría se dedican a la Hotelería y al Turismo.. hotelería en la casa y turismo en la calle, las aspiraciones casi se ven mutiladas por las pocas opciones laborales y ¿Qué les queda? púes el fútbol!, ahí esta siempre, no les piden referencias personales ni familiares, ni si tiene libreta o sabe inglés. Ahí se concentran esas ganas de hacer algo o de ocuparse, la ira, el tiempo, ahí están los amigos, el deporte, la camiseta y la gloria compartida de un gol o un campeonato.

No hay más opción, no hay más salida solo hay que ver como se levanta la plata para la boleta, pá la caja de vino, pal aguardiente o Kiwy, por que siguen pensando que sin licor no hay fiesta, el reunirse desparchados en cualquier parque o en la esquina donde seguro pasaran los hinchas del otro equipo para gritarles pendejadas y generar enfrentamientos a veces con resultados fatales.

Los más tenaz que veo es que mientras los hinchas gritan desde la gradería, en sus casas o en una tienda de barrio, se saben los nombres, posiciones de juego, edad, donde han jugado antes, de que ciudad son y hasta cuanto calzan cada uno de los jugadores de su equipo favorito; estos ni siquiera los conocen.

Saben que están allí por que ven gente en las gradas con el color del uniforme correspondiente, no distinguen rostros ni nombres, para ellos todos son iguales, una boleta más que se vendió para el pago de la nomina del equipo, o díganme cuantas veces un jugador le ha dado el pésame a una madre cuyo hijo murió a causa de una puñalada de otro gamín hincha del otro equipo.

Eso para mi es el fútbol, que ya no solo es el juego del balón pie; Es pie, puño, codo, puñal, ladrillo, licor, violencia, ñeros (no todos), mendigos... por que pedir monedas pa la boleta en un semáforo es mendigar o no?.

Ya dejo de ser un deporte para la salud y la entretención, para mi, paso a ser un deporte que genera intolerancia, irrespeto, violencia y muerte.

Nuestro fútbol va en decadencia, ya sea por el comportamiento de sus barras o por que las administraciones deportivas manejan mal los dineros o por que simplemente se les olvido jugar.

Como van las cosas es preferible volver a nuestras raíces y hacer lo que debíamos hacer hace milenios, que el tejo sea un deporte de estadios con todo y cerveza, con greda y costal pa´ limpiar la piedra.

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